domingo, 2 de agosto de 2009

¿Por qué soy voluntaria del Centro de Hipoterapia ?

Ignacia Houston, voluntaria, se preguntó las razones de su voluntariado en el Centro de Hipoterapia Mundo Granja. Aquí va su respuesta, la que quizo compartir con todos nosotros:

"Muchas razones y motivos vienen a mi mente cuando pienso en explicar por qué tomé la decisión de entrar y seguir hasta ahora (y espero mucho tiempo más) como voluntaria del Centro de Hipoterapia.


Una cuestión básica y simple fue querer convencerme de que la carrera que se decide seguir se la hace uno mismo, no el lugar ni el nombre donde se practique y estudie. Esto debido a que no quedé en la universidad “prestigiosa” que quería, frustración muy grande para mí, por todo lo que implica, sin embargo, con experiencias como este voluntariado una se enriquece y cuando se me presentan éstas las tomo si es posible.


Quiero creer en el ser humano, en sus deseos, proyectos, e intenciones, y así lo he decidido hacer en mi vida. También quiero que la gente crea: en quien tiene a un lado, al otro, un poco más lejos y así en todas las personas… que sientan que muchas veces no hay nada que temer, creo en que el humano pueda ser un “ser humano”, y esto no se debe a que tenga 20 años, porque lo creo desde que tengo la capacidad de recordar.


Quiero apoyar a quien tenga un proyecto, es decir, un deseo que quiera concretar, porque estos deseos, los proyectos, provienen de lo que la persona siente respecto a algo, vienen del amor que siente por ese algo.

Al apoyarlo estoy diciéndole que tengo fe en su proyecto, que no hay por qué pensar que no se puede lograr, porque es bello, desde el simple hecho de lo que aporta, sea lo que sea, pueden ser emociones, sonrisas, logros, felicidad, etc.

Por ejemplo, cuando alguien apoya a otro en tener su casa propia, no lo hace por la casa misma, sino que por lo que ésta provocará en esa persona, y eso es amor, creo en el amor como valor universal, como la base, esencia y raíz de todo lo que cobra vida.


En el Centro de Hipoterapia hay un equipo trabajando en unión y complemento para lograr uno de los más bellos objetivos; apoyar a alguien, ir con él, darle fortaleza y esperanza en lo que desea lograr.

Hay una cadena de entrega maravillosa, porque ellos con el proyecto logran creer más en sí mismos y quererse más, pero siempre con la motivación de que eso también pase en los apoderados de los niños, ayudando y trabajando para que ellos avancen cada día más, a veces muy silenciosamente, pero avanzan. En medio de esto, ocurren regalos maravillosos; sonrisas, abrazos, expresiones de alegría, de comodidad y llantos que después son risas, todos esos son momentos felices que viven los niños y que lo sienten también los padres y las madres, el equipo de hipoterapia y los voluntarios. El niño al estar feliz tiene una mejor predisposición para la terapia y así en semanas, a veces meses o años, se ve el resultado…es largo tiempo, lo sé….pero ese resultado llega, se concreta, se hace real y deja de ser intangible.


Me encantan también los animales que no incluyen al ser humano, estudio medicina veterinaria porque creo y quiero trabajar en hacer posible que la gente vea que los animales son seres vivos y lo que implica eso, es decir, que se comunican, piensan, que hay cosas dando vuelta en sus cabezas, lo que sea, pero las hay. Que las personas logren entender y aceptar que no porque los animales carezcan de racionalidad van a carecer de complejidad, que ambas cosas no tienen relación…solo es una complejidad distinta.

Quiero lograr que la gente aprecie a los animales porque son seres que viven a pulso y motivación, que es abrumador cuánto no sabemos de ellos, y que están ahí, vivos, rodeándonos.

Los animales tienen un carácter, una esencia que conocer y que los hace vivos. Comportamientos, conductas, caracteres particulares, que dependen exclusivamente de cada animal, porque son únicos, les gustan algunas cosas y otras no, responden a estímulos, sienten, perciben, aportan, expresan. Los caballos son una de las especies de mi mayor atención e interés y al estar en el Centro aprendo de ellos, de sus conductas.


Me hace inmensamente feliz cada vez que asisto a entrenamiento y a terapia, a hipoterapia. Soy feliz y vivo así cada momento, me hace sonreír, me abruma tanta belleza; los niños, el proyecto, las yeguas, el lugar, las aves, los objetivos, los padres y las madres. Hay una carga de amor que envuelve esto y encanta todo, que cada vez me convence más que todos conseguirán lo que desean y para eso trabajamos, para cumplir grandes deseos. Porque corresponde que Sergio, Andrea, Daniela, Paz, las madres, los padres, los niños, las niñas, los voluntarios y demás personas que trabajamos en esto, cumplamos esos grandes deseos, para mí, para ti, para ellos.

Por todo eso estoy aquí, y quiero estarlo de una forma apasionada, porque así lo siento cada vez que llego a este lugar, mientras estoy y hasta que me voy.


Y de corazón, íntimamente agradezco a todo y a todos quienes permiten que esto exista y pueda estar aquí para lo que sea que pueda aportar e ir sumando pasos, decir que sigan creyendo, que si tenían alguna duda se disipe, porque se podrá, creyendo siempre se podrá, sé que es difícil, pero se ha podido, se puede y se seguirá logrando.

Seguiremos sumando pasos, solo quiero que sepan que creo en esto, porque el proceso y cada resultado es maravilloso… y seguirá siendo maravilloso!"


Por Ignacia Houston Herrero

Estudiante de Medicina Veterinaria